
Existe una dinámica de pensamiento que inevitablemente conduce a sentirse frustrado. Son demasiadas las personas que ven a sus objetivos como carencias que han de suplir, y que una vez satisfechas les harán sentirse bien. Ese es el gran error. Pensar en los objetivos como algo que te falta. De este modo, constantemente están pensando “Cuando consiga tal objetivo, entonces me sentiré…”. Están permanentemente esperando llegar a algún punto en el que se concederán el permiso de ser felices. Con esta dinámica su esquema mental nunca queda completo. Siempre faltará algo por conseguir, y la sensación será que la felicidad nunca termina por llegar.Toda...