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jueves, 25 de agosto de 2011

Evite que la ambición te deje Ciego.

Habia una vez un rey muy triste. Tenia un sirviente que era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.

Un día el rey lo mando a llamar.

---Paje- le dijo- ¿cual es el secreto?

---¿Que secreto, Majestad?

---¿Cual es el secreto de tu alegría?

---No hay ningun secreto, Alteza.

---No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.

---No le miento, Alteza, no guardo ningun secreto.

---¿Por que estas siempre alegre y feliz? ¿Por que?

---Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra permitiendome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la Corte nos ha asignado. Somos vestidos y alimentados. Ademas su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos, ¿como no he de estar feliz?

---Si no me dices ya mismo el secreto, te hare decapitar -dijo el rey. Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.

---Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaria mas que complacerlo, pero no hay nada que yo este ocultando

---¡Vete, vete antes de que llame al verdugo!

El sirviente sonrio, hizo una reverencia y salio de la habitación. El rey estaba como loco. No consiguio explicarse como el paje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentandose de las sobras de los cortesanos.Cuando se calmo, llamo al mas sabio de sus asesores y le conto su conversacion de la mañana.

---¿Por que es feliz mi sirviente?

---Ah, Majestad, lo que sucede es que el esta fuera del circulo.

---¿Fuera del circulo?

---Asi es.

---¿Y eso es lo que lo hace feliz?

---No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.

---A ver si entiendo, estar en el circulo te hace infeliz.

---Asi es.

---¿Y como salio?

---¡Nunca entro!

---¿Que circulo es ese?

---El circulo del 99.

---Verdaderamente, no te entiendo nada.

---La única manera para que entendiera, seria mostrarlo en los hechos.

---¿Como?

---Haciendo entrar al paje en el circulo.

---Eso, obliguemoslo a entrar.

---No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el circulo.

---Entonces habra que engañarlo.

---No hace falta, si le damos la oportunidad, el entrara solito, solito.

---¿Pero el no se dara cuenta de que eso es su infelicidad?

---Si se dara cuenta.

---Entonces no entrara.

---No lo podra evitar.

---¿Dices que el se dara cuenta de la infelicidad que le causara entrar en ese ridiculo circulo, y de todos modos entrara en el y no podra salir?

---Tal cual. Majestad, ¿esta dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la estructura del circulo?

--- Si

---Bien, esta noche le pasare a buscar. Debe tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!

---¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?

---Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.

---Hasta la noche.

Así fue. Esa noche, el sabio paso a buscar al rey. Juntos salieron del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Alli esperaron el alba.

Cuando dentro de la casa se encendio la primera vela, el hombre sabio agarro la bolsa y le pincho un papel que decia:

"Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrutalo y no cuentes a nadie como lo encontraste."

Luego ato la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeo y volvio a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atras de unas plantas lo que sucedia.

El sirviente vio la bolsa, leyo el papel, agito la bolsa y al escuchar el sonido metalico se estremecio, apreto la bolsa contra el pecho, miro hacia todos lados de la puerta, y se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente habia se había sentado y vaciado el contenido de la bolsa en la mesa.

Sus ojos no podían creer lo que veían. Era una montaña de monedas de oro.

El, que nunca habia tocado una de estas monedas, tenia hoy una montaña de ellas para el. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacia brillar la luz de a vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacia pilas de monedas. Asi, jugando y jugando empezo a hacer pilas de 10 monedas.

Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis... y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60.... hasta que formo la ultima pila: 9 monedas !!!

Su mirada recorrio la mesa primero, buscando una moneda mas. Luego el piso y finalmente la bolsa. "No puede ser", penso. Puso la ultima pila al lado de las otras y confirmo que era más baja.

---¡Me robaron -grito- me robaron, malditos!! Una vez mas busco en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vacio sus bolsillos, corrio los muebles, pero no encontro lo que buscaba.

Sobre la mesa, como burlandose de el, una montañita resplandeciente le recordaba que habia 99 monedas de oro "solo 99". "99 monedas, es mucho dinero", penso. Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo -pensaba- cien es un numero completo pero noventa y nueve, no.

El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habian vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible gesto, por el que se asomaban los dientes.

El sirviente guardo las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veia, escondio la bolsa entre la leña. Luego tomo papel y pluma y se sento a hacer calculos. ¿Cuanto tiempo tendria que ahorrar el sirviente para comprar su moneda numero cien?


Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Despues quizas no necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo.


Saco el calculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algun dinero extra que recibia, en once o doce años juntaria lo necesario.

---"Doce años es mucho tiempo", se decia internamente. Quizas pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y el mismo, despues de todo, el terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podria trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Saco las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniria el dinero. ¡Era demasiado tiempo!

---"Podriamos comer menos" se decia internamente. Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, mas comida habría para vender... Vender... Vender... Estaba haciendo calor.

---"¿Para qué tanta ropa?" se preguntaba internamente. ¿Para que mas de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaria a su moneda cien.

El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje habia entrado en el circulo del 99...

Durante los siguientes meses, el sirviente siguio sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entro a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.---¿Que te pasa?- pregunto el rey de buen modo.

---Nada me pasa, nada me pasa.

---Antes, no hace mucho, reias y cantabas todo el tiempo.

---Hago mi trabajo, ¿no?


No paso mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

Conclusion
  • Aprender a "darse cuenta" que sus 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no le falta nada.

  • Saber que a veces uno mismo se mete en la trampa de querer vivir por encima de sus posibilidades y asi pasa los dias ciego, cansado, infeliz, malhumorado o resignado.

  • Aprenda, trabaje, progrese, gane dinero pero haga todo con alegria y sea feliz con lo que va logrando.

Por Luis Vinante




Atentamente,

Eloy Romero Laura
Enlacehttp://www.triunfaya.com
http://www.dejatuempleo.com
Skype: eloy_romero

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