Dios mío, dame el día de hoy fe para seguir adelante;
Dame grandeza de espíritu para perdonar;
Dame paciencia para comprender y esperar.
Dame voluntad para no caer;
Dame fuerza para levantarme si caído estoy;
Dame amor para dar.
Dame lo que necesito y no lo que quiero;
Dame elocuencia para decir lo que debo decir.
Haz que yo sea el mejor ejemplo para mis hijos;
Haz que yo sea el mejor amigo de mis amigos;
Hazme fuerte para recibir los golpes de la vida.
Déjame saber que es lo que tú quieres de mi;
Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga;
Por último, anda conmigo y déjame saber que es así.
REFLEXION: Tarea del cristiano: ahogar el mal
en abundancia de bien. No se trata de campañas negativas,
ni de ser atinada. Al contrario: vivir de afirmación,
llenos de optimismo, con juventud, alegría y paz;
ver con comprensión a todos: a los que siguen a Cristo
y a los que le abandonan o no le conocen.
Pero comprensión no significa abstencionismo,
ni indiferencia, sino actividad...
Atentamente,
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